LA EFICACIA DE LA PSICOTERAPIA ANALÍTICA GRUPAL EN ENFERMOS SOMATIZADORES

En la publicación Actas Españolas de Psiquiatría (2000) 28 (2) 105-114, García Campayo, J.; Sanz Carrillo, C., publican un interesante trabajo sobre la aplicación del grupoanálisis a pacientes somatizadores.

 

Quisiera reconocer que cuando llegó el articulo a mis manos, no creía que iba a encontrar en él un trabajo tan detallado con relación a este tipo de pacientes. De hecho, el formato del trabajo es el clásico de las publicaciones con fuerte tinte universitario y clínico, alejándose de aquel tipo de textos en los que la teorización sobre los procesos grupales suele caracterizar algunas otras publicaciones. Y los trabajos de este estilo suelen caer con frecuencia en revisiones o en frías descripciones de experiencias clínicas que acaban quedando en el rincón de los trabajos a describir o a referir en otras publicaciones posteriores; y nada más. Pero el trabajo que llegó a mis manos era totalmente diferente.

 

De entrada se nos hace una interesante aportación sobre la delimitación del término “somatización” para a continuación, y tras la descripción del «tratamiento de los pacientes somatizadores» desde la atención primaria, encarar de lleno el tema. Tras esta presentación, los autores se centran en el abordaje grupal, repasando la numerosa literatura internacional al respecto para acabar centrándose en las características de la psicoterapia grupal dinámica en este tipo de pacientes. Este apartado es el que a mí me ha agradado más.

 

En efecto, en este último apartado, tanto García Campayo como Sanz Carrillo realizan un pormenoizado recorrido por la composición, el tipo de grupo, los objetivos de la terapia, la postura del terapeuta, la formación del mismo, la derivación desde la psicoterapia individual para finalizar, con el contacto entre los pacientes fuera del grupo. A continuación y en este mismo apartado, describen el proceso grupal con este tipo de pacientes para acabar con siete puntos a modo de conclusión:

 

1. Que “los somatizadores son candidatos a ser tratados con psicoterapia de grupo de tipo dinámico”.
2. Que “los somatizadores mejoran con la psicoterapia grupal dinámica”.
3. Que “los grupos de somatizadores deben tener ciertas características”.
4. Que “los terapeutas saben asumir ciertas normas”.
5. Que “el objetivo del grupo” debe constituirse básicamente de forma particular al tipo de pacientes.
6. Que existen unos “aspectos terapéuticos del grupo” que se deben tener en cuenta.
7. Que son necesarios “nuevos trabajos de investigación”.

 

Este trabajo acaba con una significativa relación bibliográfica (50 referencias) que hacen de esta publicación un punto de referencia importante para posteriores trabajos en relación con los pacientes somatizadores.

 

En definitiva, que agradezco el esfuerzo realizado por estos autores y les animo a que sigan trabajando en este terreno.

 

Dr. J.M. Sunyer